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Los ojos amarillos

Y aún con mirada de enamorado. No importa. No está mal volver todas las noches a la hora de irse. Peor sería no volver. Y ella, durmiendo. No importa. Las paredes seguirán cubiertas de papel pintado y él, bueno, seguirá destiñéndose. Es el juego de siempre. Las reglas perduran. ¿Y la paciencia? Da igual. Dios siempre salva a la Reina. Ya nada importa.

No serán felices. Nunca.


el otoño en pekín

Posted by: Anonymous en: 8 de Octubre 2007 a las 02:56 AM

¿Y de qué podríamos hablar usted y yo?

Posted by: (Nombre) en: 8 de Octubre 2007 a las 02:15 PM

Aquí falta mucha gente por comentar. Carolina. Venga. Y los demás también.

Posted by: Inefable Blog en: 14 de Octubre 2007 a las 12:30 AM

Nada es igual, y todo es diferente...

Posted by: elangeldelasmilvioletas en: 27 de Noviembre 2007 a las 03:49 AM Escribe un comentario









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